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martes, 28 de septiembre de 2010

1. CASO MALAYA, MARBELLA VS. BARCELONA

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 28-09-10. “Arranca en Málaga el macrojuicio por el Caso Malaya. Este lunes comienza en Málaga el macrojuicio del caso Malaya, en el que un centenar de abogados defenderán a 100 acusados. Entre los acusados están ex alcaldes como Julián Muñoz y Marisol Yagüe así como Juan Antonio Roca y Montserrat Corulla, mujer a la que se le relacionó con Gallardón.”


La noticia del día. Aprovechando el tirón televisivo, que no tuvo el Caso Hacienda de Barcelona, tampoco el caso Pretoria, ni siquiera tiene el caso Palau de la Música, me propongo unir concomitancias para entender con lo sucedido en Marbella las muchas deficiencias en los casos barceloneses. Son los mismos delitos, y se realizan de la misma forma y manera.

En principio hacer notar que ni allí ni aquí las responsabilidades alcanzan a los estamentos superiores responsables por acción u omisión, Junta de Andalucía y Generalitat, incluso Ministerio de Hacienda. De hecho todos los acusados en uno u otros casos son gentes de segundo orden, con limitado e intervenido Poder. Cualquiera de las muchísimas operaciones y años realizándose generan impuestos y expedientes acumulándose en entes superiores o de control, por no hablar de la rumurología que convierte en conocida cualquier acción repetida demasiadas veces.

Obviando las responsabilidades políticas y penales de primer nivel, se ha de convenir que Andalucía gana a Cataluña en cuanto a rapidez judicial; cuatro años de instrucción sumarial en el caso Marbella con 95 acusados frente a 10 años con delitos de hasta hace 22 en el caso Hacienda de Barcelona con 16 acusados. Será que allí no han sufrido al fiscal jefe Carlos Jiménez Villarejo, especialista en eternizar sumarios y prescripciones a favor de unos u otros según oscuras premisas.

Me propongo comentar comparando el Caso Marbella con el Caso Hacienda de Barcelona, a pesar de sus diferencias; Marbella es un caso típico y tópico sobre podredumbre municipal que merecerá entrar en las facultades de Derecho, y el caso Hacienda de Barcelona lo es de Fiscal (incidiendo en inmobiliario y “recalificaciones”) que por la magnitud financiera, y también irregularidades en la instrucción, como mínimo merece tesis de licenciatura o doctorales, que por lo sabido se están preparando a falta de la sentencia.

Por de pronto, ni de lejos, ninguna de las recalificaciones y terrenos marbellíes conlleva un pago de 10.000 millones de pesetas de los años 90 (DIAGONAL MAR-FÓRUM que no aparece en juicio aunque sí otras compras en VILLA OLÍMPICA con dobles precios) y con un comprador John Rosillo muerto misteriosa y oportunamente en Panamá antes del juicio.

Mi intención, ya que asistí a infinidad de sesiones en Barcelona, será rellenar por comparación las lagunas que la Fiscalía Anticorrupción ha dejado; pagos sin demostrar, acusaciones sin clara intervención, prescripciones, o posibles acusados sin cuya intervención son imposibles los hechos juzgados.

Se inicia el juicio marbellí con una petición clásica, la nulidad. Los abogados dicen que por si suena la flauta, o en otras instancias sonara, piden nulidades o prescripciones. Cuestiones previas. En Marbella, o el caso Pretoria en Barcelona, las intervenciones telefónicas merecen discusión.

En cuanto a la duración del juicio; en Barcelona la nulidad por prescripción con 16 abogados incidiendo apenas si ocupó una semana, en Marbella con 100 letrados apuesto que durante un mes rondará la duda. El año vaticinado me parece muy poco a tenor de lo vivido en Barcelona, tampoco me imagino un juicio alargándose durante cuatro o cinco años batiendo el record mundial de Justicia rápida y expedita.

Continuará…






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